jueves, 11 de septiembre de 2008

Menos divagación, y más comprensión.

De momento sigo con el tema de los anteriores posts (cuando acabe de conversar con Albert volveré a mis micro cuentos de ella).
Ayer por la noche, se me presentaron un par de decepciones, respecto a gente de mi alrededor, cosa que me dejó muy pensativa. Ayer mismo reivindicaba nuestra capacidad de 'cambiar el mundo' y no dudo de ella, pero hay cosas que me superan.
Sabias palabras dijo ayer Albert:

Vivimos en un mundo sin limites, limitado por nosotros mismos.

De verdad que se me hace muy difícil, expresar de alguna manera todas las ideas que pasan por mi cabeza al oír esta frase, que no tienen ni punto de comparación con lo que sentí en el momento inmediato de oírla.

Intentaré ir por partes. Hablando muy superficialmente, hemos identificado el problema en el sistema, lo miramos desde fuera, pero no somos capaces de salir, limitados por nosotros mismos, nosotros, que equivale a hablar de nuestra existencia, cosa que no sería posible sin nuestra capacidad de pensar, por lo tanto, pensar nos hace existir. Esto puede con total seguridad ser una deducción errónea, aunque nunca sabremos si lo es o no (por todo aquello de la verdad absoluta etc etc...)

Ahora imaginemos una escalera, con seis escalones.
En el primer escalón, el más bajo, estaría la expresión, la manera de explicar, enseñar, y mostrar nuestros pensamientos al resto del sistema, los siguientes escalones, pueden considerase vacíos, o otorgarle a cada uno, un tipo de recuerdos. Y por último, en el sexto escalón, el más alto, estaría el pensamiento.
Dejando aparte la fantasía, el deseo, y demás sensaciones que no están relacionadas con un pensamiento fruto de una experiencia, digamos que no podemos expresar aquello que no hemos vivido, por lo tanto, desde que vivimos un hecho, bajamos escalones, y degradamos la esencia de nuestro pensamiento, para colocarla en palabras insuficientes, solo para intentar explicarnos a nosotros mismos que es lo que pasa por nuestras cabezas.

Si sumamos la incapacidad que tenemos de expresar nuestros propios pensamientos, a el hecho de que se sabe más sobre el universo, que sobre la mente humana, llegamos a la conclusión de que toda la sabiduría del mundo es poca, pues nuestras mentes están destinadas a llegar mucho más allá, aunque creo que tardaremos muchos años en abrir puertas que nosotros mismos hemos cerrado, y si lo hemos hecho, era porque no teníamos capacidad de comprender lo que había detrás, pero si yo, he sido capaz de pensar horas y horas sobre el tema, yo, que nunca he estudiado filosofía ni nada por el estilo, estoy segura, de que mucha otra gente, con el doble de conocimientos y experiencia que yo, podría abrir dichas puertas, quitarle los límites a un mundo limitado por nosotros mismos. Y por eso lucharé.




*Por cierto, grácias a arturo nicolás por ampliar mi ventanita reivindicativa :)

3 comentarios:

Princesa_DeAquelViejoReinoPerdido dijo...

Totalmente cierta la frase. Muchas veces podemos, pero no queremos cambiar nada.
Hay demasiada gente en este mundo que prefiere llevar una vida de hamster a una vida de persona, es decir, vivir en su pequeño mundo rodeado de todo lo que necesita escepto de lo mas importante: la libertad.
Muchas veces, lo que mas miedo nos da de nuestros sueños es que se hagan realidad.
Gratas compañiias? Vaya gracias,jaja.
Un beso y sigue así;)

Anónimo dijo...

comerse el mundo seria por supuesto imposible sin el tenedor que supone la filosofia...asi que lean muchos tenedores...quizas encuentren su manera de comerselo.

Anónimo dijo...

por cierto yo pienso comer con mis propias manos, no me importa ensuciarme...